Zaragoza en cuadro

Marcos no pudo cambiar el turno, Pablo se reservó para una ocasión más importante y para allá que nos fuimos los tres en un cochecito. Bajo la lluvia, atravesamos los campos de gigantes y llegamos a Zaragoza. Sólo hubo tiempo de probar la extraña cocina mozárabe de La Republicana y de besar el pilar de la virgen. Después nos reunimos con Guy y chequeamos sonido. Resultó que el técnico era compañero de sello, con Bronski. Después salimos a tomar algo para entonarnos y escribir el set list en una servilleta arrugada.

Cuando entramos en el Forum nos encontramos con una sala bastante llena, con una media de edad altísima y una actitud muy respetuosa. Tocamos bajito, para no despertar a la señora de la primera fila (se oía el click de los pedales y el "ojo" de Manuel), ni a Bruno. El pasado y el futuro. Y, en medio, unos que se hacen 700km en la tormenta para llegar a un sitio y preguntarse en qué momento era ya demasiado tarde, en una sala con fotos de chicas desnudas en blanco y negro.

Todo lo cual me recuerda a este señor de abajo y a la frase que le han estampado en la cara.