miércoles, marzo 16, 2011

Show y Aftershow


Una buena noche para empezar a despedir el invierno. Empezó con una prueba de sonido confusa, se encarriló en el concierto, íntimo, sereno, bonito, se torció con el habitual arrase del catering y terminó como en los mejores programas de Callejeros: dos espontáneos a la trompeta y el shaker, Pablo al taconeo, y yo al ukelele tratando de que Mark Olson cantara conmigo Bad Time. Sin éxito.