domingo, junio 04, 2006

Drive-By Truckers


Vaya vaya. Ayer, mientras sonaban los primeros temas de Marah no podíamos evitar pensar lo de casi siempre: qué pena de sonido. Una pelota de graves, la voz fuera y el volumen exagerado. Que si en este país no hay manera de sonar bien, que si montan festivales en sitios inadecuados, etc. Pero claro, luego salen DBT y se te queda la cara que se te queda. Porque desde el primer acorde está todo claro. Dificil acordarse de un directo de este calibre. Con cuerpo, vivo, oyéndose cada instrumento y sonando la mezcla como un cañón. Y usando el mismo equipo que Marah. Hasta se entendían las letras, algo que en principio debería ser lo lógico, pero que lamentablemente es una rareza. Lo que lleva a pensar: Marah mueven los volúmenes y la eq de sus guitarras o de los amplis durante el concierto, o, el tío que les lleva la mesa está ciego (y sordo). La energía, el buen rollo y los temas casi hacen olvidar el problema de sonido, que, en verdad, mejoró bastante hacia la mitad. Muy buenos, pero necesitan ese algo para pasar de ser una banda de club a una banda de estadio.

Volviendo a DBT. Lo de ayer en Villaverde es desde ya uno de los conciertos del año. La gente flotando mientras la banda creaba paisajes sonoros con riffs y armonías de toda la vida, con tres guitarras completamente ensambladas, sin que sobrara ni una nota de ninguna. Tremendo, emocionante, auténtico. Rock n' roll.