miércoles, marzo 08, 2006

AFT



Al principio fue el blues. Antes sólo había tambores.
El blues de los esclavos de América nace en el continente del que surgió el mundo, África. Desde que los hombres tienen memoria el espíritu del río Niger susurra su música a través de los campos verdes, las tierras rojas y el cielo azul del trópico. Los pueblos del Sahel la escuchan.
En 1939, cerca de Tombuctú nació Ali; su madre le puso Farka, burro, en su dialecto local. Ali Farka se fabricó una guitarra de una sola cuerda (en la foto; hasta los 29 años de edad no se pudo comprar su primera guitarra).
Con 13 años tuvo una visión. Se quedó paralizado, y una serpiente blanca y negra se enredó en su cuello. Comenzó a tener ataques. Pasó un año curándose en una aldea vecina. Al volver a su casa los espíritus le acogieron.

Ayer, Ali Farka Touré, el hombre con nombre de burro y alma de príncipe, murió en Niafunké, su aldea natal, rodeado de sus 12 hijos.